Después de 38 años, el equipo más popular de Brasil volverá a jugar una final de laCopa Libertadores.
Conmebol anunció el cambio de sede y movió la definición del título más de tres mil kilómetros de distancia: era en Santiago de Chile y ahora se jugará en Lima.
Por eso,Flamengodesde el primer momento le ha dado facilidades a sus fanáticos para que estén en la final.
En las últimas horas,Globoesporteanunció que el club de Río Janeiro abrirá el Estadio Maracaná para el 23 de noviembre.
ElFlapidió permiso a la Conmebol, recibió elokypondrá pantallas gigantes en el estadio con capacidad para más de 80 mil espectadores en las tribunas.
A casi dos semanas, Flamengo ya empieza a jugar la final.