Dueno de un apellido ilustre, Juan pablo Carrizo se perfiló para ser uno de los grandes arqueros de la historia de River. Después, le tocó ser protagonista de la mayor desgracia: el descenso.

Se exilió en el fútbol europeo, para dar el salto en su carrera pero también para sanar la herida. Ocho años más tarde, regresó a Sudamérica para defender el arco de Cerro Porteño y quiso el destino que tenga que volver al Monumental.

Previo al duelo ante River, por la ida de cuartos de final de la Copa Libertadores, Carrizo dijo no terminar de imaginarse cuál será el recibimiento para él, pero aclaró que "lo que decida el hincha mañana, lo voy a respetar".

El arquero confesó, además, que nunca se hubiera imaginado tener que regresar al Monumental como rival del equipo en el que inició su carrera.

Por otra parte, Carrizo aseguró que es imposible sacarse el descenso de la cabeza, aunque aclaró que "forma parte de la historia".