Cuando São Paulo empezaba a pisar fuerte y le había empatado el partido, River le demostró quién manda.

Pasada la media hora de juego, los de Marcelo Gallardo volvieron a golpear de la mejor manera en el resultado.

Con un contragolpe perfecto, Matías Suárez manejó los tiempos del ataque por la banda izquierda a toda potencia.

Lo acomodó para el medio y allí apareció nuevamente Julián Álvarez, quien le volvió a devolver la confianza al Muñeco.

 

El atacante hizo un tiempo de más, dejó que el arquero se lance para su palo izquierda y sacudió al medio para su doblete.

Intratable River.