Con una marca de 4,90 metros, Katie Nageotte se consagró campeona en el salto con garrocha de Tokio 2020. Anzhelika Sidorova, con 4,85 se colgó la medalla de plata, mientras que la británica Holly Bradshaw se llevó el bronce con la misma altura que la rusa. 

Nageotte, de 30 años, llegó a la cita olímpica de la capital japonesa con un subcampeonato en los Juegos Panamericanos de Lima 2019 bajo el brazo. Entre las finalistas, la estadounidense era una de las pocas que tenían 4,95 como su mejor marca histórica, pero la única que lo había conseguido en esta temporada. Con ese antecedente se volvió favorita ante el resto. 

En el arranque, necesitó de tres intentos para saltar la primera altura, de 4,50, pero consiguió solidez a partir de allí. Distinto fue el caso de la rusa Sidorova, campeona en el Mundial de Doha 2019, que venía con su planilla limpia y recién falló en los 4,90, que no pudo superar. La griega Katerina Stefanidi, que defindía el título olímpico, tuvo problemas desde el comienzo y terminó en el cuarto lugar con 4,80 metros.

La baja de Sandi Morris fue una sorpresa en la prueba. La estadounidense, subcampeona en Río 2016 y en los mundiales de Londres 2017 y Doha 2019, era la única de toda la competencia que superó los 5 metros en su carrera. En la clasificación no consiguió pasar de los 4,40 metros y se quedó afuera de la final.

En la rama masculina, Armand Duplantis no decepcionó y se llevó la medalla de oro el martes. El sueco ganó la prueba con facilidad con una marca de 6,02 metros. Aunque le quedaba margen para saltar más, se quedó con el título sin fallar en competencia. Para finalizar intentó superar su récord mundial de 6,18 en un centímetro más, pero no lo consiguió.