Después de una vida en la Roma, Daniele De Rossi anunció su salida del equipo italiano a los 35 años.
De inmediato, en Boca se ilusionaron con su llegado por las declaraciones del mediocampista y también por el vínculo que lo une con Nicolás Burdisso, hoy director deportivo del club y excompañero suyo.
Igualmente, a las posibilidades xeneizes se le sumó el interés de la MLS por tenerlo. Y, para colmo, en las últimas horas un escenario difícil de competir.
Mohamed Salah, la estrella egipcia que el sábado jugará su segunda final de Champions League consecutiva, se refirió al italiano: "Sería hermoso volver a jugar con él", aseguró en un diálogo con el medio Gianlica Di Marzio.
"Es una leyenda del club y del fútbol italiano, y no lo digo sólo porque sea un gran amigo mío. Hizo muchos sacrificios por su equipo, me gustaría agradecerle, es uno de los mejores con los que he jugado. Buena suerte para el futuro. Me complacería que volviéramos a compartir el campo de juego, es un jugador óptimo", agregó.
Jugar en Liverpool y en Anfield es una oferta muy complicada de igualar.
