Nadie, absolutamente nadie puede afirmar que Zlatan Ibrahimovic no es uno de los delanteros más talentosos del fútbol mundial en las últimas décadas.
A los 38 años de edad, y, luego de una aventura en la Major League Soccer de Estados Unidos, el sueco volvió al viejo continente para demostrar que sigue vigente.
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Un Milan absolutamente necesitado fue quien confió en él. Un milan que ya supo disfrutarlo hace casi una década y donde ganó la Serie A y la Supercopa de Italia.
Ni bien comenzó el 2020, Ibrahimovic desembarcó en su nuevo equipo y no demoró en sacar a relucir toda su jerarquía para avisar que llega para pisar fuerte.
Ibrahimovic ya ganó dos títulos con la camiseta de Milan.
Este viernes, Milan afrontó un compromiso amistoso contra Rhodense, equipo de la sexta categoría del fútbol italiano, y Zlatan estuvo presente.
A pesar de que llegó hace instantes, el interminable artillero sueco fue parte del mencionado amistoso que culminó con paliza por 9-0 de su equipo.
¿Eso es todo? De ninguna manera. Ibrahimovic no sería Ibrahimovic si, en ese contexto, no hubiese marcado un tanto. Sin lugar a dudas, un distinto.
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