El pasado domingo, de forma imprevista, en Europa se desató una auténtica polémica ante la aparición de la Superliga Europea: generándose un gran disgusto en el seno de las aficiones de los clubes fundadores de la competencia, varios titanes del Viejo Continente, que en su momento evaluaron la posibilidad de apoyar el proyecto, no tardaron mucho en dar marcha atrás.

Con Manchester United, Arsenal, Chelsea, Tottenham, Manchester City, Liverpool, Real Madrid, Barcelona, Atlético Madrid, Inter, Milan y Juventus al pie del cañón dispuestos a hacer todo lo posible para hacer funcionar el plan en cuestión, la Superliga Europea prometió contar con un total de 20 participantes: "los 15 fundadores y otros cinco equipos adicionales que se clasificarán anualmente sobre la base del rendimiento de la temporada anterior".

Este miércoles por la mañana, siguiendo los pasos de varias instituciones de la Premier League, un total de cuatr clubes más presentaron sus correspondientes bajas para alejarse del proyecto, el cual tardó unas pocas jornadas en convertirse en un auténtico desastre y decepción.

Publicando diversos comunicados oficiales a través de sus respectivos canales de comunicación, los tres equipos de la Serie A que quedaban -Inter, Juventus y Milan- le dijeron adiós a la Superliga Europea. Desde la Liga Española, por otra parte, el Atlético Madrid también presentó su 'renuncia'.

Así, en cuestión de unos pocos días, lo que en principio era un proyecto conformado por 12 de los clubes más poderosos de Europa quedó en manos de apenas dos: al día de la fecha, bajo la promesa de reestructurar la idea, los únicos dos clubes fundadores que quedan en pie son nada más ni nada menos que Real MadridBarcelona