Manchester City se coronó campeón de la Community Shield derrotando al Liverpool por penales con una actuación determinante de Claudio Bravo.

Los 90 minutos de juego reglamentario habían terminado 1-1, con los goles de Sterling en el primer tiempo para los Citizens y de Matip en el complemento para los Reds.

Allí ya había comenzado a hacerse gigante la figura de Claudio Bravo, que desactivó tres ocasiones de máximo riesgo para su portería.

La mejor de ellas, en un mano a mano ante Salah, cuando se acababa el partido, que completó Walker salvando sobre la línea en el rebote.

En una tanda de penales con gran efectividad para los ejecutantes, al chileno le bastó con tapar el remate de Wijnaldum para dar lugar a la coronación del City.