El Alavés le ganó al Real Madrid en la última pelota del partido y agrandó la crisis del Merengue.

Durante el duelo se vivió una curiosa situación. En un pelotazo, Jonathan Calleri fue a buscar el balón, pero antes de llegar a destino, Sergio Ramos le metió un codazo.

El árbitro no expulsó al defensor del Real Madrid y el VAR tampoco actuó para sancionar este gesto antideportivo.

Claro, en las redes sociales, todos los anti-Madrid se armaron una fiesta con comentarios asegurando que Ramos "puede pegar y no pasa nada".

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