A Gerard Piqué le ha tocado ser villano en el empate 2-2 entre Osasuna y Barcelona en El Sadar.
Fue el autor de la mano dentro del área que le permitió a los locales igualar en el marcador de manera definitiva y no se fue nada contento.
¡TRANQUILOS, ESTO APENAS COMIENZA! #CentralFOX Las palabras de Gerard Piqué luego del empate del Barcelona en su visita al Osasuna, en la que una mano del zaguero catalán provocó el penal de la igualada para los de Pamplona:
Cuando le tocó hablar con la prensa, el defensor repitió una y otra vez que se había tratado de una jugada fortuita y que él no puede “cortarse el brazo” para evitar el balón.
Sin embargo, fuentes que consultó el diario Sport en Navarra confirmaron que, minutos antes de esas declaraciones, Piqué tuvo un ataque de furia en el vestuario culé.
Según estas, el zagueroaccedió al túnel criticando la decisión del árbitro y al llegar al vestuario asignado al Barcelonapropinó una fuerte patada contra la puerta en la que dejó marcados los tacos de la bota.
