Este jueves, continuando con su cronograma estipulado, la Carabao Cup le ofreció a sus seguidores un total de tres encuentros: aunque todos se destacaron por sus propios protagonistas, lo cierto es que el cotejo entre Liverpool y Arsenal se robó todas las miradas por cuestiones más que lógicas.
Con una primera mitad que se encaminaba a culminar en 0, Takumi Minamino se encargó de generar la primera jugada de mayor peligro para Los Gunners, que estuvieron a punto de sufrir un duro cachetazo de cara al descanso.
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Transitándose los últimos segundos del minuto 44, Diogo Jota recibió un centro cruzado y ejecutó un cabezazo letal que forzó la reacción de Bernd Leno. Con muchas complicaciones y obligado a despejar el balón de cualquier manera, el arquero tapó el esférico y lo envió al corazón del área.
El artillero japonés, haciéndose presente con una gran corrida para ganarle a su marca, remató con violencia y teniendo todo el arco a su disposición para marcar. El disparo del atacante, a raíz de la fuerza con la que fue diagramado, rebotó en el travesaño y la jugada se disipó en cuestión de segundos.
