Al finalizar el primer tiempo, era el regreso soñado de Zlatan Ibrahimovich al clásico de Milan en San Siro.

El sueco había metido una asistencia y un gol, su equipo ganaba 2-0 y era mucho más que su eterno rival.

Pero en la segunda parte el Inter tuvo un cambio mental increíble, empató el duelo en pocos minutos y terminó imponíendose 4-2, alcanzando así la punta de la Serie A junto a Juventus.

El histórico delantero se manifestó tras el encuentro, y con un claro fastidio respondió cómo se debía seguir luego de una derrota tran dura: "Yendo a casa a comer y dormir, mañana al entrenamiento".

Luego, analizó el desarrollo del partido: "Dejamos de jugar, el equipo dejó de creer, dejamos de presionar, no lo pasamos lo suficiente. A partir de la igualdad, todo colapsó. Creo que gran parte de esto se debe a la experiencia, porque debés saber cómo controlar un juego con una ventaja de 2-0, no es solo ganar al final".

Hasta lamentándose por lo sucedido, dijo sentirse extraño por la primera mitad del Milan "fue prácticamente perfecta" y luego disparó: "Esperaba más del Inter y el rendimiento de la primera mitad no parecía un equipo digno del segundo lugar. Lo hicieron después del descanso".