Si se llega a comprobar que hubo irregularidades en las elecciones de las sedes para los Mundiales de 2018 y 2022, FIFA podrá cambiar sus decisiones al respecto.

La FIFA se vio completamente convulsionada en las últimas semanas. Denuncias de todo tipo mancharon la reputación del ente regulador del fútbol mundial, y, como consecuencia, las sospechas recaen sobre cada aspecto que lo involucre.

Como consecuencia, ahora se ponen en riesgo las sedes de Rusia y Qatar para los Mundiales de 2018 y 2022. Si se llega a comprobar que hubo irregularidades en el proceso de elecciones de dichos países, la FIFA tiene la facultad de cambiar sus decisiones.

Si hay pruebas de votos comprados, claro que se pueden cambiar las sedes.

“Si hay pruebas de que una cantidad sustancial de votos fue comprada de manera ilegal, claro que se puede cambiar. No lo descartaría totalmente, aunque hay muchos otros temas relacionados”, expresó Mark Pieth, profesor en leyes y experto en temas de corrupción.

Los estatutos de la Federación Internacional de Fútbol Asociación especifican que se podrían retirar las sedes una vez elegidas en caso de “contingencias imprevistas y de fuerza mayor”. Por ello, Rusia y Qatar se encuentran rezando en estos momentos.

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