El 10 de Junio de 2006 una nueva esperanza nacía para la Selección Argentina en Alemania. El Mundial comenzaba con un grupo dentro de todo accesible y José Pekerman parecía tener todo listo para hacer historia al frente de su país. Además, con un as bajo la manga. O eso era lo que todos creían.
Lionel Messi, con tan solo 18 años, empezaba a dejar de ser futuro para convertirse en presente,era convocado para su primer competencia oficial con la Albiceleste (sin contar sus tres partidos en las Eliminatorias) y todo el pueblo fútbol se ilusionaba.
Sin embargo, con la intención de llevarlo lento y no acelerar su proceso de madurez, el técnico le dio menos de 5 minutos en la goleada ante Serbia y Montenegro donde pudo anotar un gol y lo puso de titular ante Holanda en el cierre del grupo C.
En los octavos de final tuvo la posibilidad de disputar el tiempo extra en el que de manera agónica Argentina superó a México, y el pedido era unánime: tenía que jugar los cuartos de final frente al local, Alemania.
Pekerman no lo consideró de esa manera y la historia llegó a su final para los latinoamericanos, por penales. Y será hasta el día de hoy, que la principal crítica para el ahora DT de Colombia fue no haber intentado con el joven Lionel. ¿Hubiera cambiado la historia?
Hoy, con Davinson Sánchez entre sus seleccionados para defender la camiseta cafetera, el profesor (como le dicen sus jugadores) podrá demostrar que de los errores se aprende, y que esa piedra con la que tropezó hace 12 años, esta vez la pateará para el costado.
El Messi de la defensa colombiana tiene 21 años y la está rompiendo en el Tottenham de Inglaterra. A tal punto, que el Barcelona ya lo tiene en su carpeta para reemplazar a su compatriota Yerry Mina la próxima temporada a pesar de que los ingleses le renovaron hasta 2024.
El porcentaje de titularidad tanto en la Premier Leaguecomo en las competencias internacionales, da la pauta de la solidez defensiva que presenta Sánchez, un central que se destaca por ser una muralla en el fondo de cualquier equipo.
Pero la competencia no está fácil, ya que Santiago Arias de buen presente en el PSV parece tener un lugar asegurado en la zaga central y el puesto restante se disputa entre el jugador del Barcelona Yerry Mina, un Cristian Zapata con experiencia pero poco rodaje en Milan y Oscar Murillo, que corre desde atrás aunque con un buen presente en México.
Será Pekerman entonces quien tendrá en su espalda la pesada mochila de elegir entre la delgada línea de si apostar poruna joven promesa que puede ser la clave de su equipo en la competencia más importante de todas, o si volver a cuidar su madurez arriesgándose, ademas de a las duras criticas, a volver a tropezar con la misma piedra.