Colombia volvió a nacer con el gol de Yerry Mina. Le volvió a dar vida y chance de cumplir sus sueños en la copa del mundo.
El defensor metió su tercer gol en la copa del mundo y hizo delirar a todo su país, con un festejo más que particular.
Dos gestos fueron los que hizo el jugadro del Barcelona después de su cabezaso. Primero, con sus manos dijo “yo no fui”.
Después, explicó quien consideraba él como responsable del milagro: “Fue Dios”.
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