El partido de cierre del Grupo B del Mundial de Rusia entre España y Marruecos se calentó mucho antes de lo previsto. El gran protagonista del estallido fue el marroquí Nordin Amrabat, que a punto estuvo de pelearse con todo el equipo español.
Habían transcurrido apenas siete minutos de juego cuando, en la disputa del balón, el marroquí golpeó el rostró de Isco primero y fue fuerte sobre el tobillo de Sergio Ramos después.
Furioso, el capitán de España fue a recriminar con vehemencia la acción a Amrabat, que lejos de achicarse plantó cara. Y fue allí que todos los futbolistas de España fueron sobre el jugador de Marruecos hasta que sus compañeros, y Diego Costa, intervinieron para separarlo.