Pareció que Dinamarca resolvería fácil su encuentro ante el seleccionado australiano, porque cuando apenas se habían disputado 7 minutos del encuentro Christian Eriksen rompió el marcador y la portería de Ryan con una sensacional definición de volea.

Sin embargo, a los daneses les pesó el hecho de tener que conservar la ventaja casi desde el inicio del partido e inconscientemente comenzaron a replegarse y a ceder el balón a Australia.

Sin excesos de virtuosismo, los australianos se hicieron cargo de la responsabilidad que les demandaba el resultado y comenzaron a morder en todos los sectores del campo, adelantando líneas y forzando llegadas a la meta rival, aunque sin demasiada claridad.

Hasta que a los 38', el árbitro del encuentro sancionó apoyándose en el VAR una mano en el área de Dinamarca y el capitán Mile Jedinak, que ya había anotado ante Francia por la misma vía, cambió por gol el penal.

En el complemento, fue Australia la que se lanzó en busca de la victoria, mientras que los europeos se empeñaron en conservar una igualdad que los mantuviera como líderes del grupo. Y al igual que sucedió ante Perú, la suerte se puso del lado de Dinamarca, que una vez más terminó sumando más de lo que merecía.