El fanatismo del piloto mexicano, Sergio “Checo” Pérez por el futbol estuvo muy cerca de cambiar su destino, y por ende hubiera evitado que millones de mexicanos celebraran sus múltiples podios y hazañas en los diversos asfaltos de la Formula Uno, así lo reveló su padre, Antonio Pérez Garibay.

El patriarca de los Pérez confesó en su momento a mediotiempo, que su pequeño retoño estuvo muy cerca de perder su camino en el automovilismo, todo por ser fan de las Águilas del América, pues es el equipo al que “Checo” le es más que fiel, y lo ha demostrado en múltiples ocasiones en sus redes sociales y su constante asistencia al estadio a verlos.

“La anécdota fue a los 12 años cuando él iba a ser Campeón en la categoría de Shifter y decide renunciar al campeonato para ir a un partido en Guadalajara de Chivas-América que lo invitó Emilio Azcárraga. Le comenté que si él iba a ese partido y no ganaba el campeonato por el que habíamos trabajado todo el año, pues ese día venderíamos todos los carros y se acabaría su carrera deportiva en el mundo del automovilismo y él me comentó ‘adelante papá, vende todo, me voy al partido’. Y se fue al partido Chivas-América con Emilio Azcárraga en Guadalajara”.

Así lo señaló el diputado federal, quien al final aseguró que el amor por las pistas y el automovilismo fue más fuerte, y sobretodo gracias a su hermano mayor, Antonio Pérez Jr, quien despertó esta pasión en él tras correr en una de las pistas más emblemáticas de la historia, Silverstone, Inglaterra.