La Semana Santa es un período de suma importancia para el catolicismo porque se conmemora la Pasión de Cristo. Es un lapso de tradición que comprende desde la entrada a Jerusalén, pasando por la última cena y el viacrucis, hasta la muerte y resurrección de Jesús.
Jueves santo: la traición de Judas
Se rememora la última cena de Jesús con sus apóstoles, la institución de la eucaristía, la orden sacerdotal y el lavatorio de pies. Los feligreses católicos efectúan la visita de los siete templos con el propósito de agradecer el don de la eucaristía y sacerdocio. Algunas parroquias recrean el lavatorio de pies junto a los asistentes que acuden a misa.
Viernes santo: la crucifixión de Jesús
Se rinde respeto a la pasión de Cristo que consiste en liberar al hombre del pecado y otorgarle la vida eterna. Los feligreses guardan ayuno y la abstinencia de comer carne como penitencia, además de acompañar como procesión a Jesús en la representación del viacrucis.
Sábado santo: día de la vigilia
Se lleva a cabo una vigilia pascual y se acostumbra a bendecir el agua, así como encender las velas en señal de la resurrección de Jesús durante la madrugada del domingo. Los feligreses acuden a la denominada “misa de gallo”, ceremonia religiosa que se efectúa en horario nocturno y se hacen sonar campanas como símbolo de buenas nuevas.
Domingo de Resurrección
También denominado Domingo de Pascua, en este día se conmemora la resurrección de Jesús al tercer día después de su crucifixión y su primera aparición frente a sus discípulos. Los feligreses acuden a misa para celebrar que Jesús ha resucitado.





