Librado Azcona, arquero de Independiente del Valle, contó que estuvo cerca de no jugar ante River por un esguince de tobillo. Igual, aseguró: “Ni loco me perdía este partido”.

Fue la figura. Fue una muralla. Fue héroe. Lo que hizo ayer Librado Azcona en el Monumental fue algo descomunal. El 1 le entregó la histórica clasificación a Independiente del Valle a cuartos de final de la Copa Libertadores, nada más y nada menos que ante River.

Cuando los simpatizantes Millonarios lean lo que les vamos a contar se van a querer morir. El portero estuvo cerca de perderse el duelo por lesión. Sí, una increíble decisión del destino.

“Es que tengo un esguince en el tobillo derecho desde hace dos meses. Y anoche, en el entrenamiento que hicimos acá para reconocer el estadio, pisé mal y me doblé. Casi no juego. Pero no, ni loco me perdía este partido, no podía dejar a mis compañero”, confirmó Azcona en canchallena.

Tuvo la valentía para atajar y vivió, por ahí, los 90 minutos más inolvidables por el resto de su vida. ¡Tremendo, héroe!

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