Con un arquero Azcona gigante y dos travesaños a su favor, el equipo ecuatoriano perdió 1-0 en el Monumental pero ganó en el global ante un River que dio complemente todo. La victoria más importante en la historia de los Rayados.
Como una final lo vivió River en su casa. Como el partido más importante de su historia lo peleó Independiente del Valle. Sin dudas, se transformó en uno de los encuentros más atractivos de comienzo a fin del certamen.
River remató 37 veces: 12 a puerta
Desde el minuto a cero, empujado por un marco sensacional en las tribunas, el Millonario acorraló al equipo visitante en su arco, que defendió siempre en orden y cuando no aparecieron los reflejos de Librado Azcona.
Pudo haber cambiado la esencia del partido un pelotazo largo a la espalda de Éder Balanta: ganó José Angulo y quedó, aunque con poco margen de remate, mano a mano ante Marcelo Barovero. El ídolo millonario le dio otra vida a su equipo y rechazó el remate con su pie.
El destino no acompañó en ningún momento a los de Marcelo Gallardo. La última estocada no parecía llegar y además el travesaño fue el principal rival para los argentinos: primero le sacó un cabezazo de Gabriel Mercado y después un gran remate de Andrés D’Alessandro.
Todo era del local: la posesión, el protagonismo, los remates. Cada pelota en el área ecuatoriana iba lejos del arco o a las manos de Azcona. No obstante, de tanto ir de tanto forzar la suerte, el destino cambió: por primera vez en el cotejo, el portero dio rebote y apareció Lucas Alario, quien había ingresado desde el banco, para darle esperanza al Monumental. El 1-0 ponía a tiro del marcador al campeón defensor y llenaba de dudas a los de Pichincha.
Con un arquero sensacional, Independiente del Valle aguantó hasta el final y, pese perder 1-0, ganó en el global el partido más importante de su historia. Lo hizo nada menos que contra el campeón defensor, River. Ahora se las verá ante Pumas.
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