Los Dallas Cowboys están en una situación sumamente complicada en el momento, pues no han podido convencer a su núcleo joven de firmar una extensión de contrato tras las ofertas realizadas.

Asimismo, Jerry Jones, propietario del equipo, ha hecho poco y nada por calmar las dudas de quienes dudan del proyecto, y sus últimas declaraciones parecieron esquivas y dejaron más preguntas que respuestas:

"Imagina que eres el conductor de un auto y tuviste un accidente y casi pierdes la mano pero no entiendes tu anatomía. Miras abajo y estás botando sangre, abres la puerta y corres hacia los bosques y puedes morir desangrado. El hombre educado, por su parte, conoce su anatomía, aprieta la herida y sabe que tiene una mejor oportunidad si espera por ayuda, porque ya ha estado en esa situación. Yo ahora estoy apretando mi herida y esperando ayuda".

Ezekiel Elliott, corredor estrella del equipo, demanda una importante suma de dinero garantizada y un contrato similar o mejor al de Todd Gurley, y se habría rehusado a reportarse ante el equipo por los momentos.

Dak Prescott, por su parte, rechazó una oferta contractual que le endosaría 30 millones de dólares anuales, una cifra muy generosa a pesar de su juventud y falta de éxito en playoffs, exigiendo al menos 40 millones por año.

Último, pero no menos importante, Amari Cooper tampoco ha firmado su extensión de contrato, si bien su situación parecería más sencilla y se definiría una vez se determine el futuro de las otras dos estrellas del equipo.

Igualmente, las palabras de Jones demuestran que el equipo actualmente carece de mano firme para negociar y que parecieran estar improvisando. Por esto, podrían perder al núcleo joven más prometedor que han tenido en mucho tiempo.