Los Puros Criollos derrotaron a domicilio a Barcelona por 2-0. Parecían otro equipo en el Monumental.
El primer tiempo fue parejo. El Nacional, que tenía un DT interino por la salida de Zambrano, lucía con una cara distinta. Se notaba en el ánimo de los jugadores, en la disposición de juego y hasta en la actitud del juvenil Adolfo Muñoz quien, para el anterior DT, era un jugador menos (solo jugaba por la regla del juvenil, así comentaba ex Director Técnico Octavio Zambrano). Y Barcelona demostraba fuerza como local: por momentos dominó en la primera etapa y el delantero Ismael Blanco tuvo una ocasión muy clara y la desperdició. Se jugaba un buen partido en el Monumental.
En el segundo tiempo se veía una tendencia parecida. Aunque El Nacional lucía algo más conectado. Y consecuencia de ello, a los 52 minutos llegó el primer baldazo de agua fía para el Estadio de Barcelona. Centro de crack de Édison Méndez, que había ingresado tras 2 meses de estar relegado en las reservas del equipo, y un cabezazo certero de Luis Luna fueron la fórmula para la primera del equipo Rojo.
A minuto seguido Barcelona tuvo una gran oportunidad de empatar el encuentro. Combinación de sus delanteros en el área y Ely Esterilla mandó la pelota muy lejos del pórtico de Bone. Y en el fútbol quien no los hace los ve hacer. Los Puros Criollos aumentarían la cuenta a los 58 minutos. Gran jugada de Aníbal Chalá por la izquierda del área Torera, centro que sobrepasó a los defensas y hermosa volea de Miguel Álvarez para poner la segunda.
A partir de allí El Nacional logró controlar el partido con un gran medio campo donde los directores de orquesta eran Édison Méndez y Christian Lara. En el Estadio la hinchada Amarilla gritaba “que se vayan todos”. La continuidad de Rubén Israel será complicada y la dirigencia tendrá elecciones en pocos meses.