Este sábado, en el Nuevo Gasómetro, Leandro Romagnoli hizo su despedida en un partido donde asistieron muchas glorias de San Lorenzo.

En una jornada muy especial, uno de los momentos más emotivos de la tarde se dio en el segundo tiempo del encuentro.

Para la sorpresa de todos, Atilio, el padre del Pipi, entró a jugar y se pegó un abrazo gigante junto a su hijo en la mitad de la cancha.

Se nos hizo un nudo en la garganta.