El Galgo volvió a jugar en el primer equipo de Newcastle después de un año y medio de pelear con un cáncer. Toda su familia lo acompañó desde las tribunas y se llevó la ovación del público. “A la noche no pude dormir por la emoción”, confesó al día siguiente.
Newcastle perdió en su estadio ante Manchester United, pero Jonás Gutiérrez fue el gran ganador de la jornada, del año, de la vida, porque luchó como un verdadero gladiador para recuperarse de una dura enfermedad, primero, y ponerse a punto desde lo físico y mental para poder volver a jugar en la élite del fútbol mundial.
El hecho de haber estado en el banco el partido pasado me hizo tomar todo con mucha más tranquilidad. FUe una decisión muy inteligente del entrenador
Cincuenta mil aficionados se pusieron de pie a los 24 minutos del segundo tiempo para ovacionar al Galgo. Entre ellos se mezclaron padre, madre y hermana, que no pudieron contener la emoción. Fueron miles gritando a la vida.
Pasado el juego ante Manchester United, Jonás Gutiérrez contó sus sensaciones tras el regreso: “Fue muy emocionante después de todo lo que tuve que pasar. Nunca perdí la fe ni la confianza en volver”.
El líder del equipo y amigo íntimo del Galgo, Fabricio Coloccini, le cedió el brazalete de capitán tras su ingreso, en lo que constituyó otra de las grandes escenas de la jornada. “Fue un gesto increíble el del Colo. Me dio la cinta a las apuradas porque el juego se reanudo muy rápido. Tenemos una gran relacion y su apoyo fue muy importante durante todo mi tratamiento“, contó un Jonás Gutiérrez desbordado de felicidad.
El galgo contó que no pudo dormir tras su regreso a la Premier League. Pero, ¿quién quiere dormir cuando se está soñando despierto?
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