Qué comienzo de 2020 para Ronaldinho, por favor. El Mago Eterno estuvo preso en Paraguay después de que intente ingresar al país con un documento falso. La estadía de Dinho en la cárcel fue buena, no tuvo complicaciones y hasta se permitió jugar un poco al fútbol con los presos. ¿Cómo fue eso? Participó de un torneo y se ganó un lechón para compartir con los convictos. Insólito todo.

Él ahora se encuentra en el Hotel Palmaroga de Asunción cumpliendo con su arresto domiciliario tras pagar la fianza de 1,6 millones de dólares. Todo esto en medio de la cuarentena obligatoria que se dictó como medida de precaución sobre el coronavirus. El gerente del lugar, Emilio Yegros, dialogó con Excelsior y dio detalles de la estadía del ex-Barcelona en el lugar.

Primero, contó que un día comió con Dinho y su hermano. Y después, tiró: "Ronaldinho no pierde el humor y alterna sus conversaciones con chistes. Parece buena gente. No pierde la sonrisa, su hermano tampoco. Su semblante cambió desde el primer día, cuando llegó tenso y visiblemente estresado".

Además, el encargado del hotel, un lugar donde sólo se encuentra el ex-Paris Saint Germain, reveló que uno de los primeros pedidos del crack fue tener un balón para poder jugar un poco. No sólo le consiguieron una pelota, también le acondicionaron toda una sala para que se pueda divertir de lo lindo. 

Ahora, Dinho y su hermano están esperando que pase todo esto para poder volver a Brasil y que, por fin, todo quede como una anécdota. Pero quién hubiese imaginado todo esto...