Nahitan Nández puede jugar bien o mal, pero su entrega nunca queda en el debe. El sacrificio no se negocia y él lo sabe. 

Hoy, en la derrota de la Selección de Uruguay ante Corea del Sur, Song le tiró un hermoso lujito al futbolista de Boca.

¿Y cuál fue la respuesta del hombre Charrúa? En la siguiente jugada, lo corrió desde atrás y le tiró una hermosa patada voladora. 

El árbitro le sacó amarilla, pero él no entendía por qué. ¡Esto es Uruguay juez, entienda un poquito la mística!