“Cuando no convierto me pongo loco de la cabeza” confesó el delantero después de anotar tras de una sequía de 950 minutos.
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Lucas Alario volvió a convertir después de 10 partidos y 950 minutos. No muy usual en el poderoso delantero del conjunto de la Banda Roja. La última vez había sido en mayo, en el encuentro por Copa Libertadores ante el peruano Melgar. Tras sacarse la sal, Alario confesó que se inquieta mucho cuando no anota.
“En lo personal, cuando no convierto me pongo loco de la cabeza. Contento porque cumplimos el objetivo y porque pude convertir. Para un delantero es importante” -dijo el Pipa, que vaya que llegó con su gol en un momento importante, cuando más lo necesitaba River-.
+ Un golazo además
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