Los más de mil fanáticos que vivieron el partido en la Arena Santa Lucía desataron una verdadera fiesta una vez consumado el título, a la que incluso se sumaron los futbolistas.
Hubo banderas, cánticos, porras y protestas. El juego que definía el título de campeón del Apertura 2015 de la Liga MX se vivió en la Macroplaza de Monterrey como si se tratase de un estadio. Y se sufrió, mucho más de lo esperado, pero al final hubo tiempo para la fiesta.
Cuando Israel Jiménez convirtió el último penal fue una explosión de euforia y color. Los abrazos de los futbolistas se reprodujeron entre cada uno de los fanáticos que se convocaron. en la Arena Santa Lucía.
Y la fiesta se completó con la llegada de los futbolistas, que viajaron de madrugada para reunirse con los miles de fanáticos que los esperaban para celebrar.