A pesar de que nadie lo tenía nenlos papeles como un jugador de renombre, la llegada de Gio Urshela a los Yankees de Nueva York ha representado un enorme envión de poder durante toda la temporada.
El colombiano ha sido una de las piezas más versátiles del equipo de Aaron Boone, jugando en los jardines, pero también como primera o tercera base, y respondiendo a la ofensiva cada vez que acude al plato.
No obstante, poco se había hablado del traspaso en el que llegó al Yankee Stadium, una operación poco común, pues se suscitó justo cuando su ex equipo – Azulejos de Toronto – se enfrentaba a los Yankees:
“Fue extraño, pero era verdad. Tuve que sacarme el uniforme, cambiarme de clubhouse y, como era una doble tanda, jugué el segundo partido esa misma noche. He escuchado muchas veces que los Yankees estafaron a los Azulejos con este cambio. Me gusta oír eso. Me gusta bastante”.
En lo que va de campaña, el joven de 27 años ha dejado números de .323 con 17 cuadrangulares, 57 carreras, 61 traídas al plato y una base robada, y promete convertirse en un baluarte de la orgsanización para el futuro.