Tras la derrota 3-0 ante Brasil, el delantero de la selección peruana expresó todo su fastidio por las concesiones que los árbitros le dan al crack culé.
Perú terminó complicado un 2015 que lo despedirá como uno de los últimos en la clasificación de la Eliminatoria rumbo al Mundial de Rusia. Con la frustración a cuestas, Paolo Guerrero no escondió su impotencia por sentir que existen futbolistas y camisetas a los que se mide con una vara diferente al resto.
“A Neymar le meten la mano, lo sacan con el cuerpo, se tira al suelo y el árbitro cobra. A mí me tiran de la camiseta, me patean y no me cobran nada. Entonces cuando veo que a uno si y a mí no, me frustra”, despotricó el delantero del Flamengo, quien de seguro recibirá más de una crítica en su regreso a Brasil por meterse con el ídolo mimado.
Pero Guerrero también sabe que Perú quedó en deuda, al menos desde los resultados, y se mostró autocrítico con su desempeño: “Si hubiera convertido la primera que tuve, otra pudo ser la historia. En otro momento sí hubiera anotado”, dijo el delantero, que atraviesa una sequía goleadora de la que tanto él como Ricardo Gareca esperan revertir.
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