Todo parecía que, tras muchos problemas de indisciplina y abuso de sustancias, este finalmente sería el año en el que Josh Gordon demostrara que puede ser un receptor de élite en la NFL.

Tras ser rehabilitado para jugar con los New England Patriots, todo parecía indicar que Gordon sería el arma principal de Tom Brady, especialmente después del retiro prematuro de Rob Gronkowski.

No obstante, ahora que los Patriots lograron hacerse con los servicios de Antonio Brown, esa situación podría cambiar, y cuando a Gordon le preguntaron sobre el nuevo refuerzo del equipo, no parecía muy contento al respecto:

"Antonio es Antonio. Va a tener que aprender a su manera, tal como todos los demás", dijo un Gordon que dejó entrever su incomodidad por tener que compartir el emparrillado con otro receptor de norme calibre.

Y es que ahora Brady deberá repartir sus envíos entre Demaryius Thomas, Julian Edelman y los mencionados Brown y Gordon, y los Patriots tienen un cuerpo de receptores de élite y quizás el mejor que se ha visto en la liga en la última década.

Tanto Brown como Gordon tendrán mucha presión sobre sus hombros este año, y esperemos que la competencia entre ambos sea sana y amistosa dentro del seno de la organización.