Desde el inicio de la campaña, se esperaba que se revelara una sanción para Julio Urías, que se vio implicado en un escándalo de violencia en El Culichi, en Beverly Hills, por el que fue arrestado en el mes de mayo.

Sin embargo, al revelarse que el lanzador mexicano no se enfrentaría a cargos judiciales por su implicación en este escándalo, no se esperaba que la sanción impuesta por la MLB fuera de una gran gravedad.

No obstante, la liga sorprendió a propios y a extraños al anunciar que se le penalizaría con 20 juegos, incluyendo los 5 que ya había aceptado al principio de la campaña, una decisión que aceptó sin apelaciones:

"Julio Urías aceptó una suspensión de 20 juegos bajo la Política Conjunta de Violencia Doméstica, Asalto Sexual y Abuso Infantil de las Grandes Ligas", reveló Ken Gurnick de MLB.com al respecto.

Igualmente, el entrenador Dave Roberts reveló que Urías aprovechará hasta el último segundo de su suspensión, poniéndose a tope Camelback Ranch para fungir como abridor de los angelinos una vez llegue la postemporada.

Urías es uno de los prospectos más interesantes de la liga y se espera que tenga un rol protagónico en el futuro de la franquicia, tras dejar una efectividad de 2.53 como abridor y relevista durante esta campaña.