Es uno de esos días que está marcado en los calendarios de todos los fanáticos de la National Basketball Association (NBA), porque hace exactos 15 años, el 22 de enero del 2006, el nombre de Kobe Bryant se metió definitivamente en los libros de historia, consumando su mejor actuación defendiendo a Los Angeles Lakers.

Todo ocurrió ante un repleto Staples Center, en el Estado de California. Black Mamba lideraba un equipo sin grandes figuras de la franquicia oro y púrpura, donde sólo destacaban Lamar Odom y el esloveno Sasha Vujačić; al frente, los Toronto Raptors, que tenían en sus filas a un joven Chris Bosh, un veterano Jalen Rose y al español José Manuel Calderón, entre otros.

Es verdad que en esa temporada 2005-2006 de NBA, Bryant lideraba la lista de máximos anotadores, con un promedio de 35.4 juegos por partido; pero ni los más expertos en la materia esperaban una jornada como esa, ante la atónita mirada de 19 mil fanáticos en el estadio y de millones por televisión.

La obra maestra de Kobe Bryant
 

Los números que registró en esa jornada histórica fueron épicos por dónde se le miren: 81 puntos en 42 minutos en cancha, acertó 28 de 46 tiros de campo (60.9 por ciento de efectividad), con siete de 13 intentos de triples (53.8%) y 18 de 20 en tiros libres (90%).

"Ni siquiera en mis sueños; eso fue algo que acaba de suceder. Es dificil de explicar. Es solo una de esas cosas. Se convirtió en algo especial. Sentarme aquí y decir que entiendo lo que pasó, sería mentir", aseguró Bryant tras el histórico juego con los Lakers. 

 

 

La historia detrás del milagro de Bryant
 

Mientras el entonces dueño de los lagunerosJerry Buss, afirmaba que "esto fue como ver cómo se desarrolla un milagro", y el locutor del Staples Center, Lawrence Tanter le decía a los asistentes que guardaran sus boletos como muestra de la historia, lo que nadie puede creer es que este hito estuvo a minutos de no ocurrir. 

Es que el entonces entrenador de los Lakers, Phil Jackson, había sacado a Bryant del juego faltando pocos minutos para el final, cuando llevaba 77 puntos, quedando a uno de la marca de Wilt Chamberlain en 1968; fue entonces que su asistente Frank Hamblen le avisó al estratega que si no lo volvía a poner "habría un motín". Así fue que Kobe logró su marca histórica. 

 

 

De esta forma, con esta actuación que le dio la victoria a su equipo por 122-104, la Mamba Negra instauró un registro que jamás fue capaz de igualar Michael Jordan, y que hasta ahora no ha sido siquiera igualado por LeBron James.