Los Lakers tendrán muchísima presión sobre su hombro esta próxima temporada, pues deberán poner punto y final a su sequía de postemporada, y su afición ya se impacienta tras casi diez años sin un título de campeones.
En este sentido, la gerencia del equipo angelino ya hizo movimientos importantes de cara a la próxima zafra, añadiendo – entre otros – a Anthony Davis a un vestuario que ya contaba con la presencia de LeBron James.
Es por eso que el Staples Center estará más copado que nunca la próxima zafra, pero para Kyle Kuzma, no serán Davis y LeBron los únicos responsables del éxito del equipo, pues habrá una tercera súper estrella vestida de púrpura y dorado:
“No siento presión, pero creo que soy capaz de ser esa súper estrella. He trabajado mucho y mi progreso a través de mi viaje demuestra que puedo estar ahí. He mejorado cada año desde que estaba en la universidad, y no veo que ese desarrollo se haya detenido en lo absoluto”.
Kuzma es el único sobreviviente del proyecto de jóvenes de los Lakers y, a pesar de nunca haber sido considerado un prospecto de élite, demostró que podía aportar muchísimo en la ofensiva.
A través de sus dos campañas en la NBA, el joven de 23 años ha dejado promedios de 17.3 puntos, 5.9 rebotes, 2.2 asistencias y 2 triples por partido, y se espera que tenga un rol protagónico viniendo desde el banquillo la próxima temporada.
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