Las ironías de la vida: las casas de apuestas no daban como favoritos a Las Vegas Raiders y contra todo pronóstico, la casa volvió a ganar, pero esta vez en los emparrillados. El Allegiant Stadium tuvo la primera victoria de los locales en el juego de Monday Night Football contra New Orleans Saints.

Los Saints se acercaron en el marcador tras un touchdown del corredor Alvin Kamara y con sietes puntos de diferencia debían detener a la ofensiva liderada por Derek Carr para poder tener la oportunidad de seguir con vida en el juego. Esto no pasó…   

 

Un fallo de Janoris Jenkins llevó a los árbitros del encuentro a marcar interferencia del esquinero de los Saints. Los Raiders se pusieron en rango de un gol de campo y con 54 yardas por delante había que jugar a ganar porque en La Vegas fueron con un 'All-in' al estilo NFL.

Los Raiders no despejaron el ovoide, todo lo contrario, le dieron vía libre al pateador Daniel Carlson para que escribiera su nombre con letras doradas en el Allegiant Stadium. El kicker respiró profundo, el centró no fue el mejor, pero el acomodador le dejó el ovoide servido.

 

 

Carlson emprendió la carrera y le pegó al ovoide con tanta fuerza y precisión que este dibujo una parábola perfecta para decretar el gol de campo de 54 yardas. El majestuoso Allegiant Stadium vio como Las Vegas Raiders aseguraron la victoria por 34 a 24 contra los Saints y obtuvieron el primer triunfo en su nuevo y lujoso hogar.