Entre tantas cláusulas e impedimentos que la Federación Méxicana de Fútbol le puso a Gerardo Martino, hay dos que verdaderamente llamaron la atención.

En el contrato que firmó hace poco, al entrenador argentino le notificaron que debía vivir obligatoriamente en la Ciudad de México.

El ex director técnico del Barcelona aceptó sin problemas, ya que su idea, según lo que publicó hoy el diario Récord, es residir allí por un largo tiempo.

La segunda tiene que ver con sus familiares. Ellos no deben tener ningún tipo de participación (sean tweets, declaraciones, o cualquier otra forma de expresarse) en los temas del Tri.