Guillermo Barros Schelottono tuvo mejor idea que pedir consejo tras el empate entre Racingy Boca. Molesto, se plantó ante la terna arbitral, encabezada por DaríoHerrera, con un interrogante que bien podría generar indignación en la gran mayoría de los equipos del fútbol argentino.
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“¿Qué tengo que hacer para que dirijan bien a Boca?”, soltó el entrenador, cuando bien sabe que son muchos los equipos que, fin de semana tras fin de semana, son más perjudicados que el que él conduce.
“Los dos goles en offside, cinco veces se lo dije. No me respondió nada. Pero es difícil, nos hacen penales, no cobran. Jugamos con Independiente, no nos cobran. Versus River, tampoco. Acá, dos goles en offside. Así no se puede”, agregó el entrenador para justificar su reclamo.
Pese a las adversidades destacadas por Guillermo, algunas con mayor tino que otras, Boca se recuperó en Avellaneda y logró igualar un partido en el que se vio en desventaja de dos goles y ampliamente superado desde lo futbolístico. Y, lo más importante, logró seguir con vida en la lucha por el tricampeonato.
