Con solo 20 años, el escolta Tyler Herro firmó la mejor actuación de su carrera en la National Basketball Association (NBA), cuando en el triunfo de Miami Heat a Boston Celtics en el juego 4 de la Final de Conferencia Este, logró 37 puntos, 6 rebotes, 5 triples y logró encestar 14 tiros de campo en 21 intentos, convirtiéndose en el segundo novato que más convirtió en un juego de playoffs.
Sin escalas, se metió en la historia de la competición, al entrar en el selecto grupo de jugadores que en su primer año como profesional lograron actuaciones sobresalientes en la postemporada, y que con el correr del tiempo se han convertido en leyendas de la liga.
Y es que Herro además es el primer jugador nacido en el siglo 21 en jugar los playoffs de la NBA, y en el actual certamen que se disputa en la burbuja de Orlando, se ha convertido en un jugador clutch, anotando nueve triples en los últimos cinco minutos de los partidos, la cifra más alta para un debutante, con un 47 por ciento de efectividad.
Los otros novatos prodigios
De inmediato, comenzaron las comparaciones de Herro con otros jugadores que en su primer año en la NBA tuvieron una jornada soñada que les puso en los ojos del mundo, y el primero que se viene a la cabeza es Earvin Magic Johnson, que es el mejor novato de la historia, donde se puso a Los Angeles Lakers en sus hombros para ganar el juego definitivo de la final de 1980 a Philadelphia 76ers, consiguiendo 42 puntos, 15 rebotes y 7 asistencias.
Eso sí, en esa misma temporada 1979-80 donde brilló Johnson, el premio al Novato del Año se lo llevó Larry Bird, que con los Boston Celtics los llevó de vuelta a la postemporada, pasando de un año a otro de ganar 29 partidos a 61, y en la fase final, promedió 21.3 puntos, 11.2 rebotes y 4.7 asistencias.
Otro novato que brilló en su primera postemporada fue el Almirante David Robinson, que si bien fue escogido en el Draft de 1987 recién pudo debutar dos años después, llevando a San Antonio Spurs a la postemporada con un récord de 56-26 y promediando en esta instancia 24.3 puntos, 12 rebotes y 4 bloqueos, un anticipo de lo que haría en su carrera.
Y en el siglo 21, el único que había brillado tal como Herro fue Derrick Rose, que en su debut en playoffs con Chicago Bulls fue la máxima figura en el triunfo por 105-103 a los Celtics, donde anotó 36 puntos, repartió 11 asistencias y capturó 4 rebotes, igualando el registro de un tal Kareem Abdul-Jabbar.
