Clayton Kershaw, Dave Roberts y los Dodgers de Los Ángeles lo hicieron de nuevo. Una vez más, fueron sus más grandes enemigos y otra vez, se costaron la gloria eterna al no estar a la altura cuando más importaba.

El zurdo tuvo su enésimo fracaso en la postemporada cuando entró como relevista con una ventaja de dos carreras, ponchando a su primer bateador para cerrar la baja de la séptima entrada.

Kershaw volvió al montículo para el octavo inning y le permitió cuadrangulares consecutivos a Anthony Rendón y Juan Soto, algo que nunca le había sucedido durante la temporada regular en toda su carrera. Sin embargo, fue la segunda vez que le pasó en playoffs.

Es sabido alrededor de la Gran Carpa que Kershaw no es un lanzador de fiar cuando llega octubre y la presión aumenta, como se puede apreciar en su efectividad de 4.43 en playoffs, a diferencia de la de 2.44 en temporada regular.

Kershaw ha liderado a la victoria a su equipo en el 66.3% de sus aperturas de temporada regular, mientras que en playoffs, el número cae considerablemente hasta un 44.9%, algo muy por debajo de lo habitual.

Asimismo, el veterano permite 0.75 cuadrangulares por juego en playoffs a diferencia de los 0.49 de temporada regular, dejando claro que, ya sea por desgaste físico o mental, simplemente no es de fiar cuando la bola pesa más.

Ahora, los Dodgers se quedarán a las puertas de la gloria por tercer año en fila tras perder Series Mundiales consecutivas, y tendrán que buscar muchas respuestas en la temporada muerta.