Hay muchos latinoamericanos involucrados en la causa que investiga corrupción en la FIFA por más de 100 millones de dólares. Y un día se iba a terminar.

El mundo está hablando de la FIFA, es tendencia en todas las redes sociales, la pelota está sufriendo, pero el fútbol festeja el posible fin de una era repleta de oscuridad.

7 dirigentes de la Federación Internacional de Fútbol Asociación fueron detenidos en el marco de una causa que investiga corrupción por más de 100 millones de dólares en la cesión de los derechos de televisión de distintas competencias.

El New York Times informó que son 14 los acusados en la investigación, nueve directivos y cinco empresarios que mantienen relaciones comerciales con la Federación.

Los detenidos latinoamericanos son Eugenio Figueredo (uruguayo presidente de la Conmebol hasta 2014), Eduardo Li (presidente de la Federación Costarricense de Fútbol), José Maria Marin (presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol), Julio Rocha (presidente de la Federación Nicaraguense de Fútbol), Rafael Esquivel (presidente de la Federación Venezolana de Fútbol) y Jeffrey Webb (presidente de la Concacaf).

Además, los empresarios argentinos Alejandro Burzaco, Hugo y Mariano Jinkis quedaron imputados en el marco de una causa por corrupción que salpica la asignación de las sedes de los Mundiales de Rusia 2018 y Qatar 2022.

Para los que se preguntan, Joseph Blatter no está entre los imputados y él, seguramente, intentará despegarse de cualquier tipo de acusación.

Y un día se iba a terminar. Para la gran mayoría, el fútbol es pasión, es parte de sus vidas, pero para una minoría es el negocio más sucio y grande del planeta.

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