En un encuentro para el recuerdo, el Blaugrana le ganó 6-1 a París Saint-Germain con un gol de Luis Suárez, otro en contra de Kurzawa, un doblete de Neymar, el aporte de Messi y el grito agónico de Sergi Roberto. De esa forma, avanzaron a los cuartos de final de la Champions League y amargaron al conjunto francés.

La ida de los octavos de final de la máxima competencia de Europa fue histórica. París Saint-Germain goleó 4-0 al Blaugrana, en Francia, y lo dejó en la cuerda floja. Y este martes, los catalanes recibieron al conjunto de Unai Emery con el objetivo de dar vuelta la historia. ¿Los aficionados catalanes? Apoyaron al Barça como nunca antes se ha visto e intentaron presionar al rival en la previa del duelo.

Y el comienzo del encuentro fue emocionante, con un panorama muy alentador para los locales. Es que en tan sólo a los 2 minutos del inicio, Luis Suárez aprovechó una pelota aérea en el área rival y cabeceó para estampar el 1-0. Gracias a la tecnología, los jueces pudieron determinar que el balón había ingresado en el arco.

Con el aporte del uruguayo, todo indicaba que el Culé se iba a llevar por delante a PSG. Si bien tuvo la posesión del balón, no fue muy claro al momento de atacar y por eso le costó llegar al segundo tanto.

Para colmo, un rato después del grito de Suárez, un ataque por izquierda del equipo francés generó mucha polémica. Es que Javier Mascherano se tiró a barrer una pelota y, a pesar del pedido de PSG, el árbitro determinó que no la había tocado con la mano.

A los 39 minutos, y luego de una jugada en la que Andrés Iniesta terminó pisando el área chica de los parisinos, Kurzawa intentó rechazar y el balón terminó ingrensando en su propio arco. Fue entonces cuando se renovó la esperanza para los locales y Barcelona se acercó a la hazaña.

En la segunda mitad, así como en la primera parte, Barcelona volvió a convertir. ¿Cómo? Thomas Meunier le cometió una clara infracción a Neymar y el árbitro no dudó en cobrar penal. Lionel Messi se encargó de ejecutarlo y de estampar el 3-0. Y sí, los dirigidos por Luis Enrique estaban cada vez más cerca de igualar la serie.

Sin embargo, un rato después, Edinson Cavani hundió al Culé con un bombazo.Tras una perfecta asistencia -de cabeza- de Kurzawa, el uruguayo anotó el 1-3. De esa forma, al Blaugrana se le hizo un partido cuesta arriba: debía hacer tres goles para avanzar de instancia.

Si bien muchos daban por perdido el encuentro, Barcelona aceptó el desafío. Hubo, aproximadamente, 20 minutos en los que casi no generó peligro en el arco rival. Sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos, se produjo el milagro: transcurrían 87 minutos cuando Suárez fingió un penal y el juez lo cobró. Neymar lo ejecutó y anotó el 4-1.

Un instante después, el brasileño tuvo un tiro libre desde el costado izquierdo y la clavó al ángulo. Le dio vida al equipo catalán y ya casi no quedaba tiempo. Pero nunca hay que dar por muerto a un club tan poderoso y tan importante como el Culé.

Cuando apenas quedaba un minuto, y los centros llovían en el área de PSG, Sergi Roberto apareció para inmortalizar un momento épico en la historia del fútbol mundial: el Barça le hizo seis goles al elenco francés luego de haber sufrido 5 tantos (cuatro en la ida) y clasificó a los cuartos de final.

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