El partido 5 de las Semifinales de Conferencia Oeste entre los Golden State Warriors y los Houston Rockets tuvo un sabor sumamente agridulce, pues Kevin Durant debió abandonar el tabloncillo con una lesión en la pantorrilla.
Desde entonces, el alero All-Star no ha progresado y, de acuerdo con el entrenador Steve Kerr, la distensión muscular que sufrió es mucho más grave de lo que habían pensado, por lo que no se comprometió a dar una fecha estimada de regreso al terreno de juego.
En este sentido, el equipo lo descartó para los dos primeros partidos de la serie ante los Portland Trail Blazers, solo para anunciar que se debería perder, al menos, dos partidos más e incluso un tercero si la serie se prolongaba.
Ahora, parece que el equipo tiene incluso peores noticias, pues temen que ni siquiera podría volver si el equipo clasifica a unas hipotéticas Finales de la NBA, lo que sería un durísimo golpe para sus aspiraciones de campeonato.
Por si esto fuera poco, es un secreto a voces que Durant podría salir del equipo este verano como agente libre, por lo que dentro del seno de la organización consideran que tal vez el alero ya disputó su último partido con la camisa de los Dubs.
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