Un largo tiempo tuvieron que esperar los aficionados de Phoenix Suns para volver a llegar a las Finales de la NBA, y lo consiguieron de la mano de la mezcla de juventud, con Devin Booker, más la experiencia de Chris Paul, todos manejados desde el banquillo por Monty Williams.

Pero lo concreto es que no será su primera vez en la instancia más grande de la competición, ya que con sus 53 años de trayectoria, en 2021 será la tercera ocasión en la que jugarán la definición representando a la Conferencia Oeste, donde buscarán algo inédito en su historia.

La realidad indica que Phoenix Suns es uno de los 12 equipos en la NBA que nunca ha sido campeón, aunque ha tenido dos oportunidades en el pasado para conseguirlo, sin éxito. En Bolavip repasamos cómo fue el camino de sus antecesores en busca de romper todos los registros.

La primera vez de Phoenix Suns en las Finales
 

Fundados en 1968 como parte de la expansión que realizó la competición en ese entonces, ocho años tardó la franquicia de Arizona para llegar a su primera definición. En temporada regular terminaron terceros, con récord de 42-40, en el camino superaron a Seattle Supersonics y Golden State Warriors, quienes le habían superado en la Conferencia Oeste.

En las Finales se toparon con Boston Celtics, con un equipo liderado en cancha por Pat Riley y Paul Westphal, los dirigidos por John MacLeod lograron hacerle frente al rival, encabezado por John Havlicek; pero en el sexto juego, cayeron de local por 80-87.

Phoenix Suns ante los Bulls de Jordan en las NBA Finals
 

27 años después, la franquicia volvió a estar en una definición, y lo hizo a lo grande. Dirigidos por Westphal, que jugó la Final de 1976, y con estrellas de la talla de Charles Barkley, Kevin Johnson, Danny Ainge, Cedric Ceballos y Dan Majerle, fueron el mejor equipo de la temporada regular, con marca de 62 victorias y 20 caídas.

Por el camino quedaron Los Angeles Lakers, San Antonio Spurs y los Supersonics para ganar el Oeste y ser los rivales de los todopoderosos Chicago Bulls de Michael Jordan, Scottie Pippen y compañía. Una derrota clave como local en el Juego 6 (por 98-99) les privó otra vez del sueño de ganar la NBA.