Se venía venir pero no se concretaba: Cruzeiro había empezado mucho mejor el segundo tiempo ante Boca y lo reflejó en el resultado.
A los 13 minutos de la segunda parte, Sassá, quien recién había ingresado y no había tocado ni una pelota, descontó para el dueño de casa.
Desde un saque de esquina, el rebote le quedó al goleador de Cruzeiro y este le rompió el arco a Agustín Rossi.
Al instante, el Mineirão explotó para alentar al local.