El árbitro que tenía que dirigir el partido entre Sport La Vid y Sociedad de Tiro Número 28, correspondiente a la mítica Copa Perú, tuvo que ser reemplazado por encontrarse completamente alcoholizado.
Estamos al borde de comenzar a pensar que los organizadores de la Copa Perú son mentes maestras, especímenes de una raza superior proveniente de un planeta todavía no identificado, capaces de guionar situaciones impensadas para el fútbol terrestre, que consiguen lo que de otro modo sería imposible: Que el mundo entero hable de partidos entre amateurs.
Sean o no probadas nuestras hipótesis, el último evento es increíble. La historia del partido entre Sport La Vid y Sociedad de Tiro Número 28 comenzó torcida desde el inicio. Los jueces deportivos designados para dirigir el encuentro no pudieron viajar al estadio Mariscal Castilla de El Tambo de Huancayo ya que no consiguieron pasajes para hacerlo en tiempo y forma.
Tras hacerse oficial la noticia, llegó el elegido para reemplazar a la terna principal, aunque no en las mejores condiciones. Porque parece que, con todo derecho en lo que parecía que iba a ser su día libre, el árbitro había estado tomando algunas copas. Algunas, muchas, copas. Y llegó completamente alcoholizado al estadio donde hace de local, justamente Sport La Vid.
Debido a la imposibilidad de impartir justicia, los jugadores de ambos planteles constataron la situación y decidieron que el suplente Ralf López tuviera el papel protagónico a la hora de dirigir el cotejo. El juego terminó 1-0 para el equipo de la uva. ¿A quién le importa? Si ya nos embriagamos hablando de lo que esos especímenes de mente maestra provenientes de un planeta superior quisieron que hablemos.
+¿Para qué lo invitan si ya saben cómo se pone?
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