El defensor español, como en Lisboa, fue decisivo para la Undécima del Real Madrid y la figura de la final de la Champions League en San Siro.
Tiempo de descuento en Lisboa (2014), centro merengue y cabezazo de Sergio Ramos; primer cuarto de hora en Milán (2016), cabezazo de Gareth Bale y desvío de Sergio Ramos. La imagen se repitió al principio y al final: Ramos con la boca llena de gol, Real Madrid campeón de Europa.
El central español fue clave para la Décima y para la Undécima. Siendo defensor anotó en las dos finales de Champions League y se metió entre los cuatro jugadores de su posición en convertir en la instancia decisiva.
Como capitán, y eje fundamental en cada una de las líneas, lideró al merengue dentro del campo y motivó a los suyos para sacar fuerzas desde adentro cuando las piernas ya no respondían. Cuando Zinedine Zidane no puede ponerse los cortos y dar indicaciones desde adentro, siempre desde que es DT de la Casa Blanca, Ramos se encarga de ordenar a su equipo.
Siempre bien ubicado, siempre favorito ha ganar en cada una de las áreas -para rematar o despejar-, el central fue unas de las figuras de San Siro. Esta vez, otra vez, consagró su actuación con un título de Champions League.
+ Champions League: Real Madrid 1 (5)-(3) 1 Atlético Madrid.
+ Los números de Sergio Ramos en la final: