Pese a que se encuentra en recuperación de una lesión muscular, el delantero realizó la entrada en calor y quería entrar para empatar el partido contra Venezuela. Tabárez no lo puso y el Pistolero estalló en enojo.
Venezuela dio una de las grandes sorpresas de la Copa América Centenario al superar al Uruguay por 1 a 0 y prácticamente sentenciar su eliminación del certamen. Pero en el encuentro contra la Celeste, la nota la dio Luis Suárez.
El Pistolero se viene recuperando de una lesión sufrida en el Barcelona y no se haya en su mejor forma física. Sin embargo, el goleador no pudo evitar querer entrar al campo de juego a colaborar con su equipo, que perdía y se quedaba afuera.
Faltando 10 minutos para el final, Tabárez dispuso el ingreso de Corujo, agotando los cambios permitidos. Suárez venía entrando en calor junto al resto de sus compañeros y se ilusionaba con tener su chance. Al ver que la decisión del técnico fue otra, explotó de bronca, se quitó la pechera y le dio un golpe de puño al banco de suplentes.