El lateral, quien dio sus primeros pasos en la Selección Mayor frente a Brasil, pasó de la alegría a la tristeza en un santiamén: entrenando con la Albiceleste, sufrió la ruptura del menisco externo de la rodilla izquierda y estará dos meses fuera de las canchas. Volverá a su país para operarse de la lesión. ¡Terrible!
La carrera de un futbolista tiene estos vaivenes. Se puede pasar del jolgorio a la angustia en poco tiempo. Y esto es lo que le sucedió a José Luis Gómez. El defensor lateral de Lanús, que se desempeña por el carril derecho, hace pocos días, sintió tocar el cielo con las manos al debutar en la Mayor de la Selección Argentina, frente a Brasil. Sin embargo, horas después, toda esa algarabía se transformó en desazón.
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En el entrenamiento llevado a cabo el pasado sábado por la noche, en Singapur, el futbolista fue protagonista de una lesión que no se la esperaba ni el mismo Jorge Sampaoli. Sí, Gómez sufrió la ruptura del menisco externo de la rodilla izquierda. Como consecuencia de esto, estará, al menos, dos meses fuera de las canchas. Además, como si esto fuese poco, abandonará a sus compañeros del elenco Albiceleste para dirigirse hacia Argentina y realizarse la operación pertinente a esta desgracia.
De esta manera, la Coneja (así lo apodan a José Luis) deberá correr, pero no hacia un campo de juego. Sino al aeropuerto, porque un avión lo espera para trasladarlo directo a Sudamérica y, ya establecido en su país, el jugador se someterá a la intervención quirúrgica mencionada.
