Dicen que los clásicos hay que vivirlos como una final. Y si no lo creen, pregúntenle a Oribe Peralta.
El delantero terminó con la cabeza vendada producto de todas las acciones de juego que tuvo con los defensores rivales.
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¡Qué golazo! Ibargüen al fin apareció y fue en el Clásico Nacional
Ya con todas estas heridas, rescatóuna pelota que casi se iba al lateral, y que finalmente terminó con el gol del América.
Gigante lo del surgido en Monarcas.